Aunque siempre atento a la actualidad, a Eugenio le ha costado poco esfuerzo enterarse de que estos días graban una película en Sevilla. El bombardeo de noticias y comentarios sobre el tema llega ya a ser cansino.
Le parece increíble que algo así pueda tener una repercusión tan gigantesca. Portadas diarias de periódicos, múltiples artículos, entrevistas en la televisión a señoras con monedero debajo del brazo camino del mercado...Todo porque se están grabando en Sevilla unas cuantas escenas durante unos pocos días de una película de Tom Cruise y Cameron Diaz. Que, por cierto, no han venido, todavía.
Que se monte la que se ha montado por esto, entiende Eugenio que es sintomático de lo catetos que somos en esta bendita ciudad. Pero, ojo, no menos que nuestros cultos vecinos del norte. Para los ovetenses y barceloneses también fue un boom la grabación de una película como Vicky, Cristina, Barcelona. Una película de la que fue novia de Nacho Cano, el que pasaba de los Oscar y la típica voluptuosa rubia americana. Así que no nos preocupemos y cantemos todos juntos: "Americanooos, os recibimos con alegría, olé mi madre, olé mi suegra y olé mi tía".
Los comentarios en prensa y noticias se han centrado en valorar las molestias ocasionadas por el rodaje frente a los 7 millones de Euros que deja en la ciudad y la promoción de la misma a nivel internacional. Eugenio cree que esa cantidad de dinero, con sus correspondientes impuestos a beneficio de la ciudad (espera, ingenuo), compensan unos días de corte de calles al tráfico rodado y peatonal.
Pero en lo de la promoción de la ciudad no se la cuelan. Hace unos años, en otra película del pequeño viciosillo protagonista de la que estos días se rueda, la Semana Santa de Sevilla quedó supinamente retratada en mezcla con las Fallas. Pues esta vez toca los Sanfermines. Según se ha filtrado, y visto en algunas fotografías, en la Real Maestranza mozos pamplonicas se disponían a correr delante de novillos...mejor no saber más.
Resulta que en Sevilla hay una oficina de cine de carácter público, encargada de atraer rodajes a la ciudad y así atar esos millones que las películas traen consigo. Lo que Eugenio exige es que esa oficina de cine, o como se llame oficialmente, vele por lo que de Sevilla se va a proyectar al mundo y no permita que sea el plató fritanga que es hoy.
Por 7 millones de Euros se permite mancillar la imagen, cultura e historia de la Muy Noble y Leal Ciudad de Sevilla. Si nuestro Rey Santo, San Fernando, se despertara, se iban a enterar los yankis de Hollywood...pero también los yonkos de la Granja de San Francisco (denominación tomada prestada por Eugenio del genial Paco Robles).
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