jueves, 24 de marzo de 2011

¿Rio o Sao Paulo?

En mi primer viaje a Brasil hace unos años la primera parada fue Sao Paulo. Ciudad gigantesca, gris, atascos, pobreza, inseguridad, nada bonito que destacar…la cara típica de la Sudamérica que no nos gusta. A los dos días fui a Rio de Janeiro y me quedé impresionado. Superstar Caram me llevó de una punta a otra por la costa, más de 40 km de playa en un día soleado, con una enome cantidad de vistas difícilmente superables.

En los siguientes viajes fui reforzando mi idea de que Rio es esa “Cidade Maravilhosa” de cuyos cariocas están encantados y Sao Paulo la ciudad desagradable que describía antes. Aún con sus importantes dificultades, comprendía que los emigrantes españoles prefirieran indudablemente Rio a Sao Paulo.

Fue en una de las visitas del año pasado cuando a TiranoMan Calero se le ocurrió decirme lo siguiente mientras esperábamos el embarque del vuelo de vuelta: “…pues aunque haya estado sólo dos días en cada sitio, a mi me gusta más Sao Paulo que Rio”. Pensé que tuvo la mala suerte de un par de días lluviosos en Rio y la fortuna de estar en restaurantes estilosos de la capital paulista.

No obstante, me quedé con la mosca detrás de la oreja. En las sucesivas visitas fui preguntando a los cariocas qué les parece Sao Paulo: “tío, es una ciudad feísima, no hay playa, no hay sol, más atascos incluso que aquí, la gente es aburrida, no hay nada qué hacer”. Y a los paulistas por Rio: “es una ciudad peligrosa, las favelas están en medio de la ciudad, aquí se sabe el peligro dónde está, aquí se trabaja, allí les gusta demasiado la fiesta, ese acento con las ‘s’ tan sonoras es horrible, aquí está el dinero”. Sao Paulo-Rio es la versión brasileira de Cádiz-Jerez o Gijón-Oviedo (Eugenio, va a resultar que eres un felino globalizado!).

Ahondando en los motivos que llevaron a TiranoMan Calero a afirmar lo que en su día me pareció un absurdo, comprobé que, efectivamente, el glamour está en Sao Paulo. Negocios, dinero, ser la Nueva York de Sudamérica enlatada en una megaurbe sin nada en especial ha resultado en zonas de lujo. Como parte del todo, y para que la gente lo termine de entender, la brasileña como normalmente la imaginamos -mulata, curvas y culo respingón- está en Rio. La carne en bruto. En Sao Paulo son cuidadas, esbeltas, operadas, refinadas. Otra historia. Como también lo es la forma de trabajar en uno y otro sitio. En términos generales, Sao Paulo es mucho más europeo (que no español); llegan a la oficina temprano, puntuales, parecen más concentrados, rigurosos, consisos…y Rio es más español, del Sur, queda dicho todo con eso. En Rio podrán tener todos los problemas del mundo, y muy gordos, si sale el sol está todo fantástico, nada de qué preocuparse, playita, caipirinha, Cidade Maravilhosa, lo mejor del mundo…no es muy diferente a “aaaanda ya quilloo, ya lo hacemos mañana, vamos a tomarnos una servesita con el día tan güeno que hase, que ya va estar aquí la Semana Santa, la Feria y luego el Rosío. Que ya vamos a estar en Shipiona. Qué me gusta Sevilla íoo..y la gente del Norte lo que se pierde? Como Sevilla no hay ná”

Podría seguir tres horas más contando un rollo pero la única manera de decantarse es yendo. El problema es que uno puede ir a Rio por turismo o por trabajo. A Sao Paulo casi exclusivamente por trabajo, lo cual significa bastante. Yo a estas alturas no lo tengo claro, digamos que son sitios muy distintos...

1 comentario:

  1. Buena e inteligente reflexión Eugenio. sin duda dos ciudades diferentes compartiendo una realidad y un momento histórico muy curioso.
    Lo mejor, hacer como nuestro gato transoceánico de oro y disfrutar del proceso de elección a través de la propia experiencia, sales de dudas y además para ti se queda.. Yo ya me decidí. Saudades do gato carioca!

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