domingo, 23 de octubre de 2011

23/10/10 12.10 hrs

Amigos y familiares, testigos, Lola y Manolo:

Permitidme daos la bienvenida en el día de hoy y disculpadme por que mis primeras palabras no serán para vosotros, sino a los rezagados que quedarán en la puerta, a “losnocabemosquelaiglesiaestallena”, todo junto, como diría vuestro nuevo vecino; que se apresuren, que lo verdaderamente importante del día de hoy va a pasar ahora mismo, dentro de este majestuoso edificio y el único que puede faltar, por imponderables, es un gato. Que lo de después es una celebración, que incluso podríamos dejar para otro día; pues a partir de ahora, cada día después de esta “horita corta”, tendremos motivo de celebración siempre que Manolo y Lola quieran seguir compartiendo su alegría con nosotros.

Y ahora sí:

Queridos amigos: Hoy podrá evocar mil recuerdos personales que pocos de vosotros entenderíais, por ello prefiero traer una pregunta: ¿qué os ha traído aquí? Esto seguro que os traerá a cada uno vuestra propia historia, vuestros recuerdos. Emociones que yo no podré expresar con mis palabras y que desembocan en otra cuestión que aún sin conocer la respuesta debe llenarnos a todos de felicidad: ¿por qué Lola y Manolo se han acordado de mí?

Manolo, Lola:

No voy a detallaos y enumerar vuestras virtudes, pues he de ser más breve aún que vuestras faltas. No me hace falta calificaros pues vosotros mismos lo hacéis. Vuestra mejor carta de presentación son todas aquéllas personas que han querido acompañaos hoy.

No es día de palabras, es día de sentimientos.

No puedo explayarme más aún y querría expresaros mil cosas. Ya habrá ocasiones si Dios quiere.

Por eso hoy, discúlpame Lola; Manolo, lo mejor que puedo ofrecerte no esta escrito; es un batido. De helado, por supuesto. De Rayas o de Ochoa. Ponle los Savoys que quieras y deja que se empapen tanto como fuerte querría abrazarte ahora mismo.

No te apures si no hay más campitos, azoteas y espadañas, ya encontraremos otro sitio mejor, porque a estas alturas ya sabrás que lo importante no es el dónde, y déjame, ahora si, a los dos, que os transmita el orgullo y la felicidad de sentirme amigo vuestro; la admiración, por dos personas jóvenes, valientes y sacrificadas que saben lo que quieren y que se quieren; y si por un instante tiene cabida en esta casa, la envidia, la que llaman “buena”, porque sin perder vuestra identidad habéis sabido conformar una pareja como pocas, con el futuro al alcance de vuestras manos, tan cerca que ya hoy vemos todos como lo estáis tocando.

Lola, para finalizar te traigo un regalo en forma de soneto:

Trémulo pábilo que encendido y orgulloso,
Yergue ante Eolo y acepta aqueste envite,
Pareciera que al vivir le va un ardite
Si no se supiera de un principio victorioso

Con pecho descubierto a la batalla,
Cual corcel que cabalga ebrio de bríos
“Soledá”, “Madrugá”, “Amargura” y frío
Caerán a su paso por doquier que vaya.

Locura no es, pues de esta suerte,
Llegará el aciago día en que perezca
Más perecer no será ya sinónimo de muerte

Por ello hoy justo es ofrecer a Quién se debe
Carne descubierta, alma encendida.
Contrato por amor; que Dios lo selle.


Sevilla, a 23 de Octubre de 2.010.
CJR, Il Dottore

sábado, 15 de octubre de 2011

Tributo al Tributo

Hace ahora un año publicaba Eugenio Salamanca - El tributo. Homenaje a un fin de semana muy especial, gestado y concretado por unos auténticos fueras de serie. No muchos días después ya se convertiría en la entrada más leída del blog y ahí se mantiene a la derecha, en todo lo alto.


Hoy, además de recomendar una nueva lectura de lo que en su día se escribió, hacemos un breve, y seguramente incompleto, flashback...




























sábado, 8 de octubre de 2011

Podando jaramagos

Casi 2 meses sin actividad, Eu. Me he tenido que abrir paso entre los jaramagos que habían hecho de este tu rincón su hábitat natural. Han sido muchos los que me han preguntado si habíamos abandonado la aventura. En Barcelona suponían que nos habríamos peleado, que ya no nos hablamos. Había quien te daba por fallecido, cometiendo el grave error de obviar tu inmortalidad bloguera sustentada por tus 7 vidas y la continuidad por reencarnación gatuna. Hubo incluso quien con pretendida gracia trianera acuñó el dicho “tienes más vacaciones que el Eu”.

Para mayor escarnio público me haces reconocer por escrito que nada tienes que ver con el abandono de tu azotea digital y su consiguiente conversión en campo de jaramagos. Me obligas a entonar el “mea culpa”. Y, como aquel peculiar jefe que en su día tuve, me pides que no me justifique. La cuestión es que ahora estás empezando a entender el por qué. Mucho te ha costado enterrar el enfado ocasionado por posts preparados para publicar que con el paso de los días careció de sentido compartir. No hay nada más antiguo que el periódico de ayer, ¿verdad?.

En cierto modo allanaba el terreno en la última publicación. “Nunca dejemos de otear nuevos horizontes”. Y en uno bueno me he metido. Un reto muy exigente, enriquecedor y ambicioso. Áltamente didáctico mediante un auténtico baño de humildad y nivel de esfuerzo probablemente nunca conocido por tu alter ego. En definitiva, un reto que supone consumo de tiempo hasta el límite. Es por eso que la frecuencia de publicación en Eugenio disminuirá, pero no desaparecerá. Lo que al César es del César, es lo que a Eugenio es de Eugenio. No cerramos. Seguimos.

Una vez podadas las malas hierbas del patio, como letal gato callejero no puede Eugenio irse de aquí sin dejar de nuevo marcado el territorio.

Bien podríamos decir que escribimos estas líneas desde un Apple y colgar el emotivo video del discurso en Stanford del genio de Steve Jobs. Actualidad y expediente cumplido. El día que por aquí aparezcamos para meramente cubrir el expediente será el último que lo hagamos.

Corría mediados de la semana pasada. Se publicaron los nuevos datos de paro. Demoledores, una vez más. Al día siguiente el centro de la ciudad a la que ahora me dirijo a más de 200 km/h se colapsó. ¡Por fin la adormecida y complaciente Sevilla se despertaba de su ombliguista letargo! Las masas se echaban a las calles sin que mediara la manipulación política propia del 15-M. Para cambiar. Para decir “basta”. Para de verdad buscar y ganarse un trabajo. Para de verdad estudiar y formarse pensando en el hoy y en el mañana. Para de verdad luchar sin esperar a que todo venga regalado, como lamentablemente ha sido el uso y costumbre.

Qué desengaño. La muchedumbre paralizó la ciudad para presenciar la tercera boda de una duquesa anciana de 85 años. Para ver cómo la señora bailaba descalza a los sones de Siempre Así en la puerta de su Palacio. Para salir en Antena 3. Y en Telecinco. Y en los noticieros y periódicos de todo el planeta. Para mostrar al mundo qué es Sevilla. Cómo somos los sevillanos.

Hasta aquí todo son hechos, objetivos, no hay ningún juicio de valor. En el fondo Eugenio no quisiera herir su propio corazoncito descalificando a sus paisanos. Un vídeo de lo acontecido sería más definitorio, aunque también una lastimosa mancillación de su blog. Baste una imagen, que siempre valió más que mil palabras.



Que cada cual complete la frase: “Sevilla es…"