domingo, 28 de noviembre de 2010

Eme de Mentira

Y de adjetivo escatológico al que Eugenio no se va a rebajar. Se pondría a la misma categoría que el establecimiento hotelero que pretendió ser bandera del modernismo sevillano y se ancló en el modernitismo. Porque no es lo mismo ser moderno que modernito. Se pretenden equiparar a los grandes de Sevilla, Alfonso XIII, Meliá Colón; pero como lo que son es una mentira con sus correspondientes patitas muy cortas, van camino del segundaso.

Porque seguro que en ninguno de los dos antes referidos podría ocurrir la siguiente sucesión de hechos:

- Se visita el hotel a finales de Agosto. Se es atendido por un modernito.
- Se visitan los distintos tipos de habitaciones.
- Se decide reservar una en concreto, la 308.
- No es la de mayor categoría del hotel, pero es la que se elige.
- No se quiere otra. Se quiere esa.
- Se establece un precio altísimo de reserva, que se encarece aún más al reservar expresamente la habitación 308. No otra.
- El día de la reserva coincide casualmente con el de la boda de los huéspedes.
- Al llegar se les intenta alojar en otra habitación.
- Los huéspedes, debidamente vestidos de novios y entre los vítores de la distinguida hortera clientela del bar de copas a 12 Euros del modernito hotel, reclaman la habitación que reservaron 2 meses antes.
- La habitación está ocupada.
- Se les ofrece la suite.
- La suite fue visitada por los huéspedes 2 meses antes, no siendo de su agrado.
- Los huéspedes educadamente indican a la chica que atiende en pijama blanco la recepción, símbolo de modernitismo, que su residencia se encuentra a menos de 200 metros del hotel y, además, dobla en m2 a la suite modernitistamente ofertada.
- Los huéspedes se marchan, sin pagar nada, vestidos de novios, calle abajo, mochila en mano, con la categoría que no tiene el hotel. "Con mi capote en la mano presumiendo de torero".
- A la vuelta del viaje, se le endiña la correspondiente reclamación al hotel; en las mismas narices del modernito gay fingido que actúa como comercial del establecimiento mentira.

Pero como los gatos son crueles depredadores, Eugenio quiere más. Y con estas líneas insta a quien las lea a no sólo no poner sus patitas en el hotel, ni a pasear por sus azoteas, ni siquiera en las noches de celo, sino, además, difundir su palabra. Que sus maullidos sean molestos en esa terraza cercana a la Giralda en forma de potenciales clientes que dejaron de ir. Esos que sí que podrán decir de verdad: "yo no soy tonto".

Cuánta razón tiene ese líder del Catering, M.A. Ese que por su trabajo y por sus relamientes satisfechos clientes se le conoce. "Esta gente se creen que por poner un negro en la puerta...que no home, que no, que eso es una mentira tó"

domingo, 21 de noviembre de 2010

El guardián del Fin del Mundo

Ya estamos aquí Eugenio. Vaya cara con la que me has recibido. No pasa nada, tranquilo; simplemente ha cambiado el contenido del campo "Estado Civil". Nada más. Y nada menos. Pero tú y yo seguimos conectados sin variación alguna.

Lo dejamos hace ya algún tiempo rindiendo tributo a los cracks de Salamanca. Qué cracks. Estuvieron el día D, bueno B. Día al que se sumaron muchos otros y, todos juntos, lo redondearon. No vamos a entrar en los detalles de lo ya disfrutado y ampliamente comentado. Ahí queda en la memoria colectiva, así como en la individual de cada quien. También en la de la red de redes con Ayer fue un bonito día..., de la mano del excepcional Miniyo.

Pero no sé cómo lo haces, Eugenio, para siempre ser el protagonista. Te imagino contemplando el horizonte desde el ventanal del salón de tu casa, a través de las ramas de los árboles en los que anidan los pájaros que ansías zamparte. Suave, sereno, mientras las primeras palabras que se oyeron en la Celebración eran dirigidas a ti ¿cómo un genio, Eugenio, se mete en la cabeza de otro, el que creó una monición de sombrerazo y estocada al corazón?:

" Amigos y familiares, testigos, Lola y Manolo:


Permitidme daos la bienvenida en el día de hoy y disculpadme por que mis primeras palabras no serán para vosotros, sino a los rezagados que quedarán en la puerta, a “losnocabemosquelaiglesiaestallena”, todo junto, como diría vuestro nuevo vecino; que se apresuren, que lo verdaderamente importante del día de hoy va a pasar ahora mismo, dentro de este majestuoso edificio y el único que puede faltar, por imponderables, es un gato. Que lo de después es una celebración, que incluso podríamos dejar para otro día; pues a partir de ahora, cada día después de esta “horita corta”, tendremos motivo de celebración siempre que Manolo y Lola quieran seguir compartiendo su alegría con nosotros.




Y ahora sí:



Queridos amigos..."



Nada más vamos a reproducir porque no se trata de leer, sino de haber estado escuchando. Virtuoso.


Y antes de volver a la enriquecedora rutina que hoy retomamos de escribirle a quien nos quiera seguir, pasamos por Argentina. Espectacular. Superando con creces cualquier vaga expectativa. Quien quiera saber de Buenos Aires, Puerto Madryn y sus ballenas, Ushuaia en el fin del mundo, El Calafate y su Perito Moreno, Bariloche y sus paisajes o de Iguazú desbordante, puede ver documentales, revistas...o pasarse por nuestra casa, que se lo contamos personalizado y con una acogedora bienvenida.


A ti, que ya te sabes todo esto, te diré que me encontré con un primo tuyo en el Fin del Mundo. Ushuaia, ciudad más austral del planeta, acoge una reconstrucción del desaparecido "Faro del Fin del Mundo", famoso por la novela de Julio Verne. Cual fue nuestra sorpresa al visitarlo cuando vimos que uno de los tuyos lo custodia, guardando con recelo los escasos restos del faro original.

¿Misticismo? ¿Inmortalidad? ¿Maldición¿ ¿Bendición?

Que sí, que muy curioso, no? Bueno, vale, sé que tienes guardados ya varios temas para que desde el fin de semana que viene empecemos a repartir leña.



Estamos de vuelta.