domingo, 21 de noviembre de 2010

El guardián del Fin del Mundo

Ya estamos aquí Eugenio. Vaya cara con la que me has recibido. No pasa nada, tranquilo; simplemente ha cambiado el contenido del campo "Estado Civil". Nada más. Y nada menos. Pero tú y yo seguimos conectados sin variación alguna.

Lo dejamos hace ya algún tiempo rindiendo tributo a los cracks de Salamanca. Qué cracks. Estuvieron el día D, bueno B. Día al que se sumaron muchos otros y, todos juntos, lo redondearon. No vamos a entrar en los detalles de lo ya disfrutado y ampliamente comentado. Ahí queda en la memoria colectiva, así como en la individual de cada quien. También en la de la red de redes con Ayer fue un bonito día..., de la mano del excepcional Miniyo.

Pero no sé cómo lo haces, Eugenio, para siempre ser el protagonista. Te imagino contemplando el horizonte desde el ventanal del salón de tu casa, a través de las ramas de los árboles en los que anidan los pájaros que ansías zamparte. Suave, sereno, mientras las primeras palabras que se oyeron en la Celebración eran dirigidas a ti ¿cómo un genio, Eugenio, se mete en la cabeza de otro, el que creó una monición de sombrerazo y estocada al corazón?:

" Amigos y familiares, testigos, Lola y Manolo:


Permitidme daos la bienvenida en el día de hoy y disculpadme por que mis primeras palabras no serán para vosotros, sino a los rezagados que quedarán en la puerta, a “losnocabemosquelaiglesiaestallena”, todo junto, como diría vuestro nuevo vecino; que se apresuren, que lo verdaderamente importante del día de hoy va a pasar ahora mismo, dentro de este majestuoso edificio y el único que puede faltar, por imponderables, es un gato. Que lo de después es una celebración, que incluso podríamos dejar para otro día; pues a partir de ahora, cada día después de esta “horita corta”, tendremos motivo de celebración siempre que Manolo y Lola quieran seguir compartiendo su alegría con nosotros.




Y ahora sí:



Queridos amigos..."



Nada más vamos a reproducir porque no se trata de leer, sino de haber estado escuchando. Virtuoso.


Y antes de volver a la enriquecedora rutina que hoy retomamos de escribirle a quien nos quiera seguir, pasamos por Argentina. Espectacular. Superando con creces cualquier vaga expectativa. Quien quiera saber de Buenos Aires, Puerto Madryn y sus ballenas, Ushuaia en el fin del mundo, El Calafate y su Perito Moreno, Bariloche y sus paisajes o de Iguazú desbordante, puede ver documentales, revistas...o pasarse por nuestra casa, que se lo contamos personalizado y con una acogedora bienvenida.


A ti, que ya te sabes todo esto, te diré que me encontré con un primo tuyo en el Fin del Mundo. Ushuaia, ciudad más austral del planeta, acoge una reconstrucción del desaparecido "Faro del Fin del Mundo", famoso por la novela de Julio Verne. Cual fue nuestra sorpresa al visitarlo cuando vimos que uno de los tuyos lo custodia, guardando con recelo los escasos restos del faro original.

¿Misticismo? ¿Inmortalidad? ¿Maldición¿ ¿Bendición?

Que sí, que muy curioso, no? Bueno, vale, sé que tienes guardados ya varios temas para que desde el fin de semana que viene empecemos a repartir leña.



Estamos de vuelta.

2 comentarios:

  1. Menos chocho (de chochear) y más chicha...

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  2. Hola Eu:

    Wellcome back. Que se te eshaba de menos, mi arma.
    A mí me pareció un excelente comienzo de celebración, como ya hemos comentado. Literario y emotivo, para el disfrute de los que llegamos a tiempo y sí cupimos en la iglesia. Espectacular iglesia.
    Y me alegro sobremanera que hayáis vuelto maravillados del viaje, ciertamente merece la pena. Eso sí, yo del momento vídeo tipo anuncio del Fairy creo que me abstengo...
    Alegres maullidos de vuelta,

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