jueves, 31 de diciembre de 2009

Somos los mismos, envueltos en novela

No es de Eugenio, lo ha escuchado sonando de fondo. Se escapa este año por la ventana y otro ha llamado a la puerta, está esperando para entrar. Cuando hemos escuchado el timbre nos hemos puesto a preguntarnos los unos a los otros cuáles son nuestros propósitos para el año nuevo. Yo se lo he preguntado a Eugenio; me ha sugerido que piense qué ha cambiado desde este mismo día del año pasado hasta hoy.

Han cambiado cosas. Me corrige. Han evolucionado cosas. Poco a poco, día tras día. Pequeñas acciones, decisiones, algunas infinitesimales, han marcado una evolución que es perceptible en un año, pero no de un día a otro. No hay momentos cumbre. Todo es consecuencia de lo que conlleva y nos aportan cada una de esas mínimas acciones y decisiones de cada día. Hay excepciones, ciertas tragedias que mejor es no mentar.

Para ilustrármelo, me ha pedido que busque en la memoria un momento que en su día ansiara que llegara. No sé por qué, pero lo que me ha venido a la mente es la liberación que en su momento busqué sentir cuando hubiera acabado el último examen de Selectividad. Y lo que sentí. Nada. Probablemente es lo que el momento merecía, pero lo mismo ha ido ocurriendo en otras ocasiones. Hasta el punto de no esperar sentir nada especial en momentos "especiales", sino disfrutar de todo el camino. ¿Por qué disfrutar de 20 minutos cuando se puede disfrutar de 5 años? Evidentemente, me vienen a la mente instantes puntuales de disfrute, un paseo por los sentidos. Pero no es contradictorio.

Efectivamente Eugenio. Uno no disfruta un momento puntual que es la conclusión de un trayecto, disfruta del trayecto en sí. El placer de leer un libro o de ver una película no está en saber cómo acaba, sino en todo lo que pasa durante, página a página, escena a escena.

Un año de 365 días cargados de acciones minúsculas y gotas de azar que marcan hacia dónde vamos, dónde estaremos dentro de un año. Para trazar una estrategia influyen inconscientemente las vivencias de todas las tácticas probadas en estrategias anteriores. Minúsculas acciones a las que a todas hay que prestar la máxima atención. Escriben nuestra novela. "El tiempo pasa y no de largo, y hay quien no se entera que... somos los mismos, envueltos en novela".

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La Feliz Navidad

Ya anda Eugenio nervioso con los preparativos de la cena de Nochebuena. Observa fijamente y se relame. Sus días grandes están por llegar. Los aguinaldos en forma de gambas, carne rellena o langostinos le darán sentido al año, e incluso a visitas que le suelen resultar molestas.

Desde que vio llegar las bolsas desbordantes de manjares, sabía que no iba a poder pensar en otra cosa. Así que ayer ya me hizo su reflexión semanal. Aunque más que reflexión es una duda que, como gato casero poco sociable, le surge.

La cuestión es que ve que de unos días a esta parte, y en adelante, se suceden los intercambios de parabienes, buenos deseos y un amplio repertorio de frases hechas entre nosotros, los humanos. Nos felicitamos las fiestas - para él lo son - desplegando unas muestras de afecto, aprecio y cariño al prójimo que, en general, no se corresponden con el trato y sentimientos que tenemos hacia él el resto del año.

¿Entonces qué? ¿Se nos ablanda el corazón en Navidades? ¿De repente nos volvemos unas excelentes personas durante un par de semanas? ¿somos más falsos que Judas (Iscariote, con propina)? ¿o somos animales de costumbres?

Eugenio es el mismo todo el año. Así que os desea a todos que paséis una Feliz Navidad y tengáis buena entrada del año. Igualmente, os desea que del 1 al 15 de Enero también todo os vaya muy bien, y así sucesivamente. Pero llevémonos bien, que nadie le robe la comida, le haga rabiar, ni le diga lo que tiene que hacer. El territorio, marcado. Su primo es el rey de la selva, algo lleva él en los genes.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Por fin se acabó la huelga

Sigue Eugenio parapetado en su mesa camilla, pasando adecuadamente resguardado la ola de frío siberiano y la borrasca de estos días. Hoy ha salido un rato más largo de lo habitual y se ha puesto a jugar. Estaba feliz, alegre, como con algo de alivio. Le he preguntado por qué y me dice que está radiante porque por fin se ha acabado la huelga de la mujer esa del Aeropuerto de Lanzarote.

No sabía yo que Eugenio se solidarizaba con la causa de la activista saharaui. Y no lo hace. Ni tampoco está en contra. Lo que estaba es harto de estar harto de ver cómo día tras día este asunto copaba todos los titulares. En las noticias se habla lo mismo de esta mujer que de Cristiano Ronaldo, me dice, así que fíjate si son pesados.

La enorme paliza que nos han dado con esta mujer ha sido insoportable. Encima, hemos tenido que aguantar a los subvencionados actores de siempre apoyándola con sus barbas, ropajes africanos y yate atracado en Puerto Banús. Para colmo, como borregos aburridos hay en todos sitios, una niña se ha solidarizado y ha hecho una huelga similar en Sevilla en la puerta del Ayuntamiento. Por supuesto será una saharaui de toda la vida, claro.

Pues nada, ya se ha acabado la huelga y se ha ido a su tierra. Estupendo, Eugenio que se alegra. Vaya usted con Dios, que se dice por aquí. Esperamos que si tiene a bien hacer una huelga de hambre otra vez, porque esta no era la primera, la haga en otro país. Y si la huelga la hace aquí de nuevo, que los comodones redactores de las noticias le den muchísima menos cancha, o ninguna, porque esto ha sido muy cansino y ya vemos cómo aprovechan los habituales para hacerse propaganda progre.

Por cierto, mucho habría que comentar de los disparates de esta semana por la ciudad. Pero para no aburrir al personal, deja Eugenio aquí abajo el enlace a un soberbio artículo del genial Paco Robles. Más vale reírse con estas cosas, porque lo que tenemos es para llorar desconsoladamente.


http://www.abcdesevilla.es/hemeroteca/historico-15-12-2009/sevilla/Opinion/gastatelo-en-putas_1132539421552.html

viernes, 11 de diciembre de 2009

Eugenillos por el mundo

Ya va entrando el frío. Eugenio se pasa gran parte del tiempo en su caldeado refugio debajo de la mesa, pegado literalmente al brasero. Debe escuchar la televisión desde ahí abajo, porque el otro día me preguntó si todas las noches ponen el mismo programa en la tele.

Le resulta entretenido; pero, hombre, que cada día haya un programa que llamaremos del tipo "Eugenillos por el mundo", es un poco cansino. Y va camino de convertirse en muy cansino. Todo por lo mismo de siempre, una cadena innova, o importa un formato del extranjero, tiene éxito y, automáticamente, el resto cogen el perro y le cambian el collar. Hasta que de tanto verlo, al perro no lo querrán ya ni los perros.

No duda en admitir que le fascina conocer cualquier esquina del mundo de una manera tan fresquita, parafraseando a su amigo Carioca. Son varios los elementos que se han conjugado para llevar estos programas al éxito: turismo, cultura, curiosidad, la envidia sana, o no, de ver cómo gente corriente disfruta de la vida fuera de lo ordinario, incluso que pique el gusanillo de salir a vivir fuera.

Pero su olfato felino le dice que no queda mucho para que el formato se agote. No sabe si definirlo como que morirá de éxito o por aburrimiento. Por uno o por otro, no tardará demasiado en bajar el share, y a otra cosa, mariposa.

El que a Eugenio no le cansa es el Loco de la Colina. Cómo disfruta con esas entrevistas pausadas, relajadas y profundas a tan variopintos personajes. Le encanta Juan Luis, el Sabio de Tarifa. Está tranquilo, al Loco no le pueden copiar tan fácilmente. No corre peligro externo de desaparición, seguirá hasta que él quiera.

Termina hoy Eugenio pidiéndome que agradezca el paseo por lo sentidos de varios de sus seguidores. Ha disfrutado escuchándome leerle esas vivencias. Le fascina la diversidad que existe en los seres humanos.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Un paseo por los sentidos

Eugenio está relajado, de puente. Podría pensarse que él no distingue los días de fiesta de los de trabajo, un sábado de puente de uno común; pero claro que los distingue. Y como está de puente, quiere rebajar la tensión de sus reflexiones hasta llegar a los sentidos mismos. Hoy no le va a echar cacahuetes a la fauna política local, que sigan durmiendo en sus jaulas.

En su mundo casero, Eugenio goza del status de gato más feliz del mundo. Por ello, no vive en primera persona las experiencias de ahí afuera. Hoy no quiere historias largas. Quiere escuchar, sentido por sentido, qué cosas medianamente cotidianas traen sentimientos positivos al alma humana.

Me toca empezar a mí, y me pide que el resto de mininos, que por este tejado pasean, dejen sus apuntes en los comentarios, ahí abajo.

Empezamos por la vista. Al que Eugenio le roba jamón de york, le deleita mirar a la Giralda iluminada de noche desde la entrada de Mateos Gago, cada vez como si fuera la primera. Ver marcharse un palio desde atrás, con la banda tocando, es un hasta luego repleto. Ver a un niño vestido del Betis con sonrisa orgullosa, es confirmar que los berrinches tienen sentido. Ver Cádiz cortar la Bahía desde la orilla de Valdelagrana de madrugada, es tener el horizonte a los pies.

Seguimos con el olfato. El primer día que en el centro de Sevilla huele a azahar es el verdadero año nuevo; se van las tinieblas y llega la vida. El olor de un bote de pelotas de tenis recién abierto es historia y antesala de disfrute. Césped húmedo, pipas y algún humo, una montaña rusa de emociones.

Vamos con el oído. El romper de las olas en su sitio, a su hora. El silencio de la noche de penitencia; paz y pecado. Los primeros acordes de un 'temaso', amistad.

Que pase el gusto. Mascarpone de 'el tiramisú', habrá mucho, no?. Bechamel de la croqueta, perdón, cocreta cofrade. El primer Cutty servido en vigilada botellona, aquello era otra cosa. La pizza de Rafa, el mito.

Me ha entrado hambre y Eugenio ya va para la cocina reclamándome. Cerramos con el tacto. El primer contacto, siempre con tacto, con la dorada arena de la playa de las gaviotas, la de las experiencias y el crecimiento.

Si no lo estaban ya, las cartas están descubiertas. Hay más, pero ni caben, ni algunas tienen cabida. Eugenio espera ahora ver las de sus amigos, conocidos y visitantes.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Eugenio el Católico reclama su paga

No se le había ocurrido. La nueva payasada del grupo parlamentario circense le ha dado la idea. Este grupo, que se dedica a inventar disparates para no centrarse en lo realmente importante, puede traernos una nueva fuente de ingresos a casa.

No pretende Eugenio hacer algo similar a los futbolistas sudamericanos cuando van a fichar por un club europeo. Es decir, rebuscar o inventar un ancestro que le permita beneficiarse de una ley. No pretende sacar rédito llevando a cabo este tipo de patrañas. Mi buen felino no va a remover su árbol genealógico para encontrar ascendencia morisca en sus abueletes de hace cuatro siglos. No quiere la paguita que el grupo del puño y la rosa pretende dar a todos aquellos cuyos ascendentes moriscos sufrieran la expulsión, hace cuatro siglos, del país que tenían invadido. Hace cuatro siglos, es decir, anteayer.

Eugenio el Católico reclama su paga por el motivo complementario. Reclama lo que le corresponda por la invasión árabe que sufrieron sus familiares durante siete siglos. No le irán a negar los tolerantes del aborto y la apertura de fosas comunes este derecho, ¿verdad?.

Pero, además y como siempre, le aterra este nuevo asunto. Desde hace unos años, de vez en cuando no es festivo el día del patrón de la ciudad. San Fernando, rey Santo que reconquistó Sevilla para los sevillanos. Y que dejó la Giralda en pie ante la ameneza árabe de derruirla antes de marcharse. Si no es festivo el día de ese, nuestro patrón, ¿qué se está tramando ahí atrás? Y el estrecho de Gibraltar que mide poco más de 14 km...

Y se pone serio Eugenio. Me dice, escribe ahí lo que yo te dicte. A mandar: "Señores políticos, déjense de chorradas, de paguitas absurdas, memorias históricas y estatutos que sólo traen crispación y división. Señores políticos, centren sus esfuerzos en el presente y futuro de una España plural, una, única y unida. Buenas tardes."

sábado, 21 de noviembre de 2009

Plató fritanga

Aunque siempre atento a la actualidad, a Eugenio le ha costado poco esfuerzo enterarse de que estos días graban una película en Sevilla. El bombardeo de noticias y comentarios sobre el tema llega ya a ser cansino.

Le parece increíble que algo así pueda tener una repercusión tan gigantesca. Portadas diarias de periódicos, múltiples artículos, entrevistas en la televisión a señoras con monedero debajo del brazo camino del mercado...Todo porque se están grabando en Sevilla unas cuantas escenas durante unos pocos días de una película de Tom Cruise y Cameron Diaz. Que, por cierto, no han venido, todavía.

Que se monte la que se ha montado por esto, entiende Eugenio que es sintomático de lo catetos que somos en esta bendita ciudad. Pero, ojo, no menos que nuestros cultos vecinos del norte. Para los ovetenses y barceloneses también fue un boom la grabación de una película como Vicky, Cristina, Barcelona. Una película de la que fue novia de Nacho Cano, el que pasaba de los Oscar y la típica voluptuosa rubia americana. Así que no nos preocupemos y cantemos todos juntos: "Americanooos, os recibimos con alegría, olé mi madre, olé mi suegra y olé mi tía".

Los comentarios en prensa y noticias se han centrado en valorar las molestias ocasionadas por el rodaje frente a los 7 millones de Euros que deja en la ciudad y la promoción de la misma a nivel internacional. Eugenio cree que esa cantidad de dinero, con sus correspondientes impuestos a beneficio de la ciudad (espera, ingenuo), compensan unos días de corte de calles al tráfico rodado y peatonal.

Pero en lo de la promoción de la ciudad no se la cuelan. Hace unos años, en otra película del pequeño viciosillo protagonista de la que estos días se rueda, la Semana Santa de Sevilla quedó supinamente retratada en mezcla con las Fallas. Pues esta vez toca los Sanfermines. Según se ha filtrado, y visto en algunas fotografías, en la Real Maestranza mozos pamplonicas se disponían a correr delante de novillos...mejor no saber más.

Resulta que en Sevilla hay una oficina de cine de carácter público, encargada de atraer rodajes a la ciudad y así atar esos millones que las películas traen consigo. Lo que Eugenio exige es que esa oficina de cine, o como se llame oficialmente, vele por lo que de Sevilla se va a proyectar al mundo y no permita que sea el plató fritanga que es hoy.

Por 7 millones de Euros se permite mancillar la imagen, cultura e historia de la Muy Noble y Leal Ciudad de Sevilla. Si nuestro Rey Santo, San Fernando, se despertara, se iban a enterar los yankis de Hollywood...pero también los yonkos de la Granja de San Francisco (denominación tomada prestada por Eugenio del genial Paco Robles).

domingo, 15 de noviembre de 2009

Sevilla, la Complaciente

He escuchado algún comentario sobre que Eugenio se ha vuelto un perezoso. Nada más lejos de la realidad. A pesar de que su apariencia así podría llevar a pensar, lo que ha ocurrido es que hace tiempo que no encontramos el momento de hablar con calma. Hoy vuelve a la carga; indignado, como casi siempre.

A nadie habrá sorprendido el título de hoy. Pero Eugenio no se va a molestar en justificarlo con un rosario de archiconocidos ejemplos de la idiosincrasia sevillana. Va a centrarse en un ejemplo simple y claro. Como si se tratara de una lagartija a la que le quedan segundos de vida ante el inminente ataque del felino casero más letal, Eugenio.

Ejemplo, decía Eugenio, simple y claro: en Sevilla estamos sometidos a la dictadura de un partido político con 25.000 votos, es decir, el 8,37%. Así, en Sevilla la Complaciente, un partido con menos del 10% del apoyo de los votantes gobierna a sus anchas, cual dictactura.

Con ese número de votos los sevillanos toleramos, impasibles, que un grupo de impresentables usen nuestro dinero para subvencionar oficialmente fiestas del porro, de la república, mandar brigadistas a Venezuela, construir observatorios de ballenas o Mercametérselo en el bolsillo.

Eso con el dinero. Pero como estamos en una dictadura aguantamos, sumergidos en lo agustito de nuestra servesita, paridas e insultos como tener que ver banderas republicanas en el mismísimo Ayuntamiento, la casa de los 700 y pico mil sevillanos, no sólo de 25 mil.

Eugenio, ya rendido a asumir cómo es Sevilla, tan sólo espera que los dictadores sean tan torpes de injerir en la Semana Santa, la Feria o el fútbol. Ahí sí que van a encontrar la faceta numantina del sevillano. Porque las catenarias del tranvía del S.XXI con tecnología del XIX y vagones de metro se retiraron en Semana Santa, verdad?

Y como sevillano, a Eugenio ya se le ha pasado el enfado. Está en su ventana preferida donde le da el sol en su oronda barriguita, esperando que llegue la Navidad. Perdón! la Fiesta del Solsticio de Invierno. Hay que tener cuidado con lo que se dice.

sábado, 17 de octubre de 2009

Que no pare el Tiki-Taka

A Eugenio cuando gatito le llamaba la atención las retransmisiones de fútbol, pero hace mucho tiempo que dejaron de gustarle. Cuando le he dicho esta mañana que ha muerto Andrés Montes y que se merecía un pequeño homenaje, se ha girado con su aire de desprecio y ha desaparecido. Así que me toca hoy a mí hacerme cargo de su blog.

Al César lo que es del César, se va la persona que reiventó la narración de los partidos de fútbol. Muchas críticas recibía porque realmente el hombre no tenía ni idea de fútbol. Pero lo cierto es que en un mundo en el que el tópico reina, él introdujo unos comentarios absolutamente novedosos que hacían del más vulgar Murcia-Zaragoza un partido entretenido.

Convirtió el tono monótono en sobresaltos, el "el equipo visitante está encerrado en su área" al "dónde están las llaves Salinas?!!", el "gran jugada de Xavi" al "ju-gón!!", el "es un jugador de gran categoría" al "qué crack!!", el "Deco para Iniesta" al "ahí está, ahí está...Decodificador para Sweet Iniesta"...y así innumerables ejemplos más.

Sin duda que le dio un vuelco radical a la narración del deporte rey. Hace poco tuvimos la ocasión de reafirmarnos en esto. El Inter-Barcelona de la Champions League fue muchísimo más aburrido que un Osasuna-Athletic de la Sexta. El partido lo narró el antecesor de Montes en el partido de los sábados por la noche, Manolo Ladrón de Vegara. Al escucharle radiar, los futboleros inmediatamente nos retrotrajimos a aquellas noches de tedio con Lubo Penev, Vizcaino, Goicoetxea, Paco Buyo, Rafa Paz y Pepe Mel. Y entonces, valoramos en su plenitud lo que este señor con pajarita trajo de sus peculiares locuciones NBA.

Ni que decir tiene que si en fútbol fue excepcional, en baloncesto fue estratosférico, era su coto natural. Tardará mucho tiempo en nacer el periodista que nos haga disfrutar con un Mundial, un Europeo...que la ventana que Montes abrió para que entrara aire fresco en las cabinas de retransmisión no la cierre nadie...

...que no pare el Tiki-Taka.

lunes, 12 de octubre de 2009

Noticia sin alcance

Sabe Eugenio que no hay nada más antiguo que el periódico de ayer. Pero le da igual, de lo que quiere hablar no tuvo la repercusión que el protagonista esperaba, así que poco importa que su reflexión llegue con algo de retraso.

Como buen felino, Eugenio es fiel a sus antipatías. Una de sus más viscerales es la que le tiene a un asturianín caprichoso. El pobre sujeto por fin va a tener el cochecito que tanto ansiaba, y la noticia pasa desapercibida. Eugenio me mira orgulloso, con media sonrisa.

Desde su mantita de cuadros se pregunta por qué la noticia ha sido tan intranscendente:

- porque coincidió con el fiasco de Madrid 2016?
- porque era previsible?
- porque se venía anunciando desde hace mucho tiempo?
- porque a la hora de la verdad la Fórmula 1 no interesa en España?
- porque el pilotín está pagando caro sus modales?
- porque, como el propio cuellicorto dijo, sus victorias no tenía que agradecérselas a la afición?
- porque sus compatriotas se cansaron de verle hacer el payaso mientras suena el himno de España?
- porque otros, como Pau Gasol o Rafa Nadal, han demostrado lo que de verdad es un campeón?
- porque a su amigo Antonio Lobato no lo aguanta nadie?
- porque sólo le concede entrevistas a un periodista que ha sobrepasado los límites de su acérrimo enemigo el butanito?

Y así podríamos seguir un rato más. De todas formas, Eugenio es buena persona (uy, gato), y le desea a Alonso que coseche muchas victorias con su cochecito nuevo. Aprovecha también para recordarle que una victoria es quedar primero en una carrera, porque probablemente ya no se acuerde.

domingo, 27 de septiembre de 2009

A Eugenio le gusta más el Barroco

Y es que ahora que sabe lo que es el gótico, no tiene ninguna duda. Me dice que, hombre, cómo va a tener dudas. Conocedor del impresionante barroco sevillano, lo compara con el gótico zapateriano. Juan de Mesa, Velázquez, Ruiz Gijón o Murillo vs las niñas gordas del Presidente del Gobierno.

Era lo que le faltaba a ese señor de aspecto draculino: alimenta la división de "las dos Españas", tirotea a la Iglesia, negocia con asesinos, nos mete las manos en los bolsillos, ríe las gracias de presidentes bolivarianos, le huyen espantados miembros de su equipo más cercano, los líderes históricos de su partido le rechazan...y ahora atenta contra la imagen de su país.

Porque Eugenio no ve en esa foto otra cosa que un atentado a la imagen de su país. Y lo peor es que el Presidente lo sabe. Por eso intentó por todos los medios que no se publicara esa foto. No por la intimidad de sus góticas hijas, sino por el atentado que sabe que había cometido.

Y Eugenio ve aún más. Se ha ido corriendo y se ha escondido en el armario empotrado en el que se mete cuando hay tormenta. Supongo que será el lugar más seguro de la casa. He ido a preguntarle en su escondite qué hace ahí metido. Está protegiéndose de un posible bombardeo estadounidense. Primero el desprecio de draculín al paso de su bandera patria, ahora la foto de la vergüenza; y en medio, los bufones del leonés echando pestes el país de Obama.

Estos nos bombardean. Entiándolo en el sentido más amplio de la palabra. Gracias, payaso.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Opiniones impuestas

Eugenio se indigna. Y con razón. Hoy le he contado que ha habido un debate en la radio de más de media hora sobre las declaraciones del piloto de Fórmula Uno Alguersuari: "Las mujeres conducen peor que los hombres".

Evidentemente esto ha generado una gran polémica y acalorado debate. Porque en este país hay ciertas cosas que no se pueden decir. O se opina lo que obligan a opinar, o te crucifican (paradójico, no? ahora que quitan los crucifijos de los colegios).

Y para obligar a opinar están las cadenas del régimen. Una especialmente, y eso que es privada. La que encrespa a Eugenio. Los sábados por la noche se va a su camita cuando empieza el debate manipulador de un señor que lo tuvo que pasar muy mal con el acné. De un lado los buenos: falsos progres. Del otro lado, los malos: ultraconservadores que causan estupor desde el primer plano. No hay estados intermedios. El debate no es tal, y a imponer la opinión. La de los buenos, claro.

Pero peor aún llevaba Eugenio el late night que había en esa misma cadena hasta hace unos años. Eso sí que era manipulación disfrazada de falso progresismo y fieles borregos. Más que borregos, hienas, ya que como tales reían público en directo y en sus casas. El tal programa estaba dirigido por un personaje cuya palabra era evangelio. Su homilía incluía momentos estelares y aplaudidos, como portar una foto del presidente de los Estados Unidos y decir "este tío es un hijo de puta". El programa se completaba con eruditos colaboradores; en su mayoría meretrices (Eugenio no dice tacos), drogodependientes y participantes de la más alta alcurnia del primogénito de los reality show en España.

Lo que nunca llegó a entender Eugenio es la paradoja de la homosexualidad. Mientras el profeta defendía la igualdad de los homosexuales a todos los niveles, tenía a uno haciendo de loca para mofa del público. En qué quedamos?

Por cierto, hoy Eugenio me ha preguntado lo mismo que un compañero del trabajo ayer: cuándo es la manifestación de "artistas" por el No a la Guerra de Afganistán? Él quiere una pegatina de No a la Guerra. Qué decepción se ha llevado cuando le he dicho que esta vez no hay.

Va a leer el periódico todos los días. Quiere saber cómo van los sondeos para las próximas Generales. Dice que está convencido de que como cambie el huésped de Moncloa, va a tener su pegatina del No a la Guerra. A él le hace ilusión tener una pegatinita que en su día se llevó tanto.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Pronósticos 09/10 (para futboleros)

Todos los veranos, en paseos por la orilla de una concurrida y familiar playa, dos personajes hacen sus pronósticos para la temporada futbolera entrante. Los álter ego de esos dos personajes son Eugenio, cómo no, y Feli, otro felino. Feli, amigo de Eugenio, es felino porque trofeo en sus vitrinas así lo acredita. El merengue, su dulce favorito.

Este año Eugenio y Feli se han intercambiado los pronósticos por escrito para así comprobar a final de año si saben tanto de esto como creen saber. Desde luego, con el tiempo y la pasión que le ponen, algo debieran saber...

Y estos son los pronósticos en versión reducida. Todos están argumentados, pero aquí los obviamos para no aburrir al resto de mininos que por este tejado pasean:

1.- Campeón de Liga:
*Feli: Real Madrid
*Eugenio: Real Madrid

2.- Campeón de Copa:
*Feli: At. Madrid
*Eugenio: Valencia

3.- Campeón de Champions League:
*Feli: Chelsea
*Eugenio: Barcelona

4.- Descenso:
*Feli: Mallorca, Tenerife y Xerez
*Eugenio: Sporting, Xerez y Almería

5.- Pichichi:
*Feli: Villa
*Eugenio: Villa

6.-Goles en Liga de Benzema/Ibrahimovic
*Feli: 15-20 goles cada uno
*Eugenio: Menos de 15 goles cada uno

7.- Primer entrenador destituido:
*Feli: Goyo Manzano (Mallorca)
*Eugenio: Hugo Sánchez (Almería)

8.- El pufo:
*Feli: C. Ronaldo y Nilmar
*Eugenio: El Sevilla, Benzema e Ibrahimovic

9.- La revelación:
*Feli: El Español, algo de la cantera del Málaga, algo nuevo del Valencia
*Eugenio: El Tenerife, Alejandro Alfaro.

10.- Ascensos:
*Feli: Real Sociedad, Levante y Betis.
*Eugenio: Betis, Hércules y Real Sociedad.

11.- Diego Tristán:
*Feli: Un pufo. Menos de 10 goles.
*Eugenio: Un pufo. Menos de 5 goles.

Y para que así conste, queda registrado por Eugenio en su blog de la red de redes.

lunes, 17 de agosto de 2009

Menos lloriquear y más profesionales, señores hosteleros

Eugenio está de veraneo en El Puerto. Lo estaba pasando fatal con el calor en Sevilla; sin duda, prefiere el invierno. Se las prometía muy felices los primeros días en el apartamento de la playa, pero llegó el Levante que todavía no se ha ido. Así que anda arrastrándose por la casa con la misma impresión de que le han tomado el pelo de aquellos que han pagado un dineral por el alquiler de un piso 15 días para pasar más calor que en el lugar del que vienen y sin poder pisar la playa por culpa de este viento que levanta la arena clavándola como alfileres.

Y a lo que íbamos. Como es costumbre, al llegar a casa le cuento a Eugenio dónde he estado. Respecto a los bares, restaurantes, chiringuitos, etc. el comentario suele ser el mismo: atienden fatal. Largo rato esperando a que nos tomen nota con los platos y vasos de los clientes anteriores encima de la mesa, otro más para que traigan las bebidas, y mucho más para la comida. Esto aderezado con la ineptitud, falta de interés y, en algunos casos, poca vergüeza de camareros estacionales.

A fuerza de contarle esto a Eugenio día tras otro, terminó creyéndome. Antes no lo hacía porque no podía comprender cómo la respuesta a la crisis de los hosteleros es empeorar el servicio hasta niveles absolutamente inadmisibles.

Eugenio lo tiene claro. El hostelero que exija a su personal que preste un servicio profesional, podrá pasar la tormenta más airoso e incluso podrá salir reforzado. Dicho y hecho. El otro día fui a desayunar con dos amigos, esta vez nos cansamos de que nos tomaran el pelo en un bar al que solemos ir habitualmente donde prestan un servicio no profesional y nos fuimos a otro, a un valor seguro. Pagamos un 50% más por el desayuno pero el servicio fue excelente, siendo la calidad aceptable. Ese sitio es un valor seguro y por eso lleva años y años abierto, no parece resentirse de la crisis y, al contrario, recoge clientes insatisfechos de otros bares que durarán muy pocas temporadas abiertos.

Eugenio se enorgullece de acertar de nuevo en sus previsiones y se alegra de no tener que ir a bares a soportar a camareros impresentables. Él es muy feliz pidiendo comida en casa, sabe que al poco de insistir en que le demos algo de jamón york, tortilla de patatas, algún pescaíto o atún, lo está disfrutando. Para qué hacer difícil lo fácil.

martes, 21 de julio de 2009

Cine? Ligerito, por favor.

Eugenio es muy agradecido. Por eso, el otro día me dijo que la siguiente entrada debía ser de especial interés para tres de las primeras seguidoras de su blog. En ese momento no caí en qué tema podría interesarles especialmente...y Eugenio me alumbró, como siempre. Orgulloso, se lavó los ojos con la pata derecha y se giró haciendo una rosca dispuesto a dormir hasta que le despierte algún ruido que venga de la cocina.

Muchos Sábados, algunos Viernes y, rara vez, días entre semana, voy al cine con al menos una de esas tres seguidoras. A veces alguna de las otras, o las dos, también vienen. Al volver a casa le doy las buenas noches a Eugenio, que está acostado en el respaldo de un sofá, encima de un armario o en la tarima del brasero, según la época del año. Aunque estuviera profundamente dormido, me pregunta de qué va la película que he visto.

Me lo pregunta porque no le molesto mucho tiempo; la variedad de respuestas es corta: comedia romática muy graciosa, comedia romántica mala pero graciosilla, comedia romántica horrorosa, peli de acción muy chula, peli de acción malísima. Alguno de los títulos son realmente vergonzosos. A modo de ejemplo, y como el último lo es sólo a medias, admitiré que la última película que vimos fue La Proposición.

Un día me preguntó por qué no habíamos ido a ver tal o cual película, que es un thriller complejísimo, un dramón o una de historia. Entonces le expliqué que las que le trajeron a mi casa son esas seguidoras. Así que él no conoce mi vida sin ellas. Y antes, sin ellas, el cine pintaba poco en mis planes. No es que no lo hubiera, pero era muy poco frecuente. Estaba en el cajón de las "mariconadas".

Esa era para Eugenio una respuesta a medias. Me miró fijamente a los ojos girando levemente la cabeza hacia un lado. No lo entendía. Me conoce y no le cuadraba que yo fuese a ver esa clase de películas.

La respuesta era sencilla, me sorprendió que Eugenio no lo hubiera deducido. Como le había dicho, antes el cine a mí me tiraba poco, mucho menos el tipo de películas que ahora veo. Pero un día lo probé con una de esas "peliculichas" y me di cuenta de que era un perfecto método de desconexión y relajación. Eugenio se quedó conforme. Ni una objeción. Es raro, pero así fue. Lo había comprendido perfectamente y compartía la opinión. Incluyendo el hecho de que algunas películas sean ridículas. Pero por eso no hay que preocuparse; me dijo que él también hace cosas ridículas que le relajan, como pasarse horas en la terraza persiguiendo pájaros con la mirada creyendo que puede cazarlos. Y, ojo, como algún comentario muy de su agrado dijo, él es "Eu-Genio".

Aunque él quedara conforme, en mi descargo debo decir que hay ciertos títulos por los que no trago y, por supuesto, no leo el tipo de libros a las que esas seguidoras son adictas...

lunes, 13 de julio de 2009

Masificación en Julio y la Crisis Ninja

A Eugenio le gusta veranear. Pone muchas pegas para salir de casa, pero una vez en el apartamento de la playa, disfruta de sus merecidas vacaciones.

Sólo va un par de semanas en Agosto, así que le tuve que contar lo que me encontré este fin de semana.

Le conté que jamás había visto tanta gente en la playa en Julio. Incluso me costaba recordar tal aglomeración en fines de semana pico de Agosto. Gente por todos lados, en las cervecerías, en los restaurantes, en los supermercados, en las cafeterías. E interminables atascos.

Mientras se lo contaba, iba sacando las cosas de la maleta. Noté que, de pronto, se quedó fíjamente mirando algo que había puesto encima de la mesa donde estaba sentado. El libro que me estoy leyendo, La Crisis Ninja y Otros Misterios de la Economía Actual. Recordé que le había contado de qué trata. Y giró felinamente su cabeza hacia mí y me dirigió una mirada de extrañeza.

Me expliqué que, claro, no le cuadraba lo que le estaba contando con lo que el libro cuenta. Se puso a meditar y al rato parecía tener una conclusión.

Eugenio no pone en duda el contenido del libro. Es decir, asume que estamos pasando una crisis económica, más grave para unos que para otros, pero crisis en definitiva. Por tanto, se había centrado en tratar de encontrar el porqué de esa masificación en Julio, teniendo como condición de contorno para su razonamiento la asumida crisis.

Y me da dos razones principales, aunque me dice que hay más:

1. La gente no abandona sus costumbres a pesar de la crisis: el que antes iba a la playa con la tortilla, la sandía y el dominó, lo sigue haciendo. El que iba al chiringuito o al bar de enfrente, lo sigue haciendo. El que salía a cenar todas las noches y a tomarse una copita, lo sigue haciendo. El hombre es un animal de costumbres, es difícil sacarle de ellas; y si son placenteras, más difícil aún. Además, todas estas costumbres parece que no afectan al bolsillo; son pequeños desembolsos que cada uno hace casi sin notarlo.

Le digo a Eugenio que esto justifica que no haya menos gente, pero no que haya más, como le había contado. Protesta, casi un bufido, y me da la segunda razón que ha encontrado:

2. Cree que cada vez hay más personas que se cogen las vacaciones en Julio en lugar de en Agosto. A su vez, por dos motivos:

a) Hay menos gente
b) Es más barato

Con estos dos motivos se cierra el círculo por los dos puntos abiertos: la masificación y la crisis económica. Pero se abre otro nuevo.
Acaba diciéndome que volveremos sobre este asunto cuando regresemos de la playa en Agosto. El més de la masificación por excelencia. Dice que ya tiene su opinión, pero como es muy orgulloso prefiere no dármela por si se equivoca.

Se baja de la mesa y se va con el rabo hacia arriba para la cocina. Huele a boquerones fritos.

domingo, 12 de julio de 2009

Eugenio, primera entrada

Es evidente, por el nombre que aparece ahí a la derecha, que Eugenio no soy yo.

Eugenio es alguien reflexivo, pensativo. Discurre en profundidad sobre asuntos que le rodean o sobre conversaciones a las que escucha con atención. Le encanta escuchar. Sé que escucha porque los gestos de su cara le delatan. Y extrae sus conclusiones.

Estoy seguro de que esas conclusiones son muy particulares, en ocasiones curiosas. Pero, lamentablemente, Eugenio no las comparte con nadie. Así pues, me veía en la necesidad de encontrar algún sitio donde plasmarlas. Porque, aunque no las comparta con nadie, yo sé lo que Eugenio piensa y opina.

En casa tenemos un gato, es de raza Común Europeo, es decir, callejero. Pero es más señorito que el gato de mayor pedigree. Esto no quita que tenga el comportamiento habitual en los gatos: duerme cuánto y cuándo quiere, caza insectos y lagartijas, intenta robar comida, pierde la razón con las sardinas y odia al veterinario.

Y se llama Eu. Eu se convierte en Eugenio cuando despliega su versión más intelectual; la que describía antes.

Por tanto, podría decirse que este es el blog de un gato. Pero como esto es muy ridículo, diremos que es el blog de una persona que habla por un gato. Y esto sigue siendo igualmente ridículo, o aún más.

Qué le vamos a hacer.