sábado, 28 de noviembre de 2009

Eugenio el Católico reclama su paga

No se le había ocurrido. La nueva payasada del grupo parlamentario circense le ha dado la idea. Este grupo, que se dedica a inventar disparates para no centrarse en lo realmente importante, puede traernos una nueva fuente de ingresos a casa.

No pretende Eugenio hacer algo similar a los futbolistas sudamericanos cuando van a fichar por un club europeo. Es decir, rebuscar o inventar un ancestro que le permita beneficiarse de una ley. No pretende sacar rédito llevando a cabo este tipo de patrañas. Mi buen felino no va a remover su árbol genealógico para encontrar ascendencia morisca en sus abueletes de hace cuatro siglos. No quiere la paguita que el grupo del puño y la rosa pretende dar a todos aquellos cuyos ascendentes moriscos sufrieran la expulsión, hace cuatro siglos, del país que tenían invadido. Hace cuatro siglos, es decir, anteayer.

Eugenio el Católico reclama su paga por el motivo complementario. Reclama lo que le corresponda por la invasión árabe que sufrieron sus familiares durante siete siglos. No le irán a negar los tolerantes del aborto y la apertura de fosas comunes este derecho, ¿verdad?.

Pero, además y como siempre, le aterra este nuevo asunto. Desde hace unos años, de vez en cuando no es festivo el día del patrón de la ciudad. San Fernando, rey Santo que reconquistó Sevilla para los sevillanos. Y que dejó la Giralda en pie ante la ameneza árabe de derruirla antes de marcharse. Si no es festivo el día de ese, nuestro patrón, ¿qué se está tramando ahí atrás? Y el estrecho de Gibraltar que mide poco más de 14 km...

Y se pone serio Eugenio. Me dice, escribe ahí lo que yo te dicte. A mandar: "Señores políticos, déjense de chorradas, de paguitas absurdas, memorias históricas y estatutos que sólo traen crispación y división. Señores políticos, centren sus esfuerzos en el presente y futuro de una España plural, una, única y unida. Buenas tardes."

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