domingo, 26 de junio de 2011

Traición y Desenvolvimiento

La semana empezó con una especie de traición. A espaldas, sin preaviso. El amigo del alma. El del cole. El del equipo de futbito. El de las primeras borracheras. El de siempre. El que con una nota de acceso a la Universidad para haber elegido cualquier carrera, escogió Arte Dramático. Al que todos apoyamos. Al que nunca faltamos a ver en sus obras. Con el que nos encanta reunirmos para seguir sus apariciones en series de televisión. Bético. Hijo de un gran bético. El hermano de otro bético bueno que, además, tiene un puesto clave en el staff técnico del club. Él. Va y me entero por un palangana que sale en...el anuncio del Sevilla!!


Toma colleja que se lleva...¿por traidor? Es Pablo Pundonor, al que todo se le perdona, aunque no haya nada que perdonar. Por cierto que vaya anuncio malo. Peor que el del Betis, y mira que es difícil...

La semana siguió con los ecos de un concierto cerca de casa. Salía yo a correr -sí, Eugenio, a correr- al final de la tarde y me encontré con auténticas manadas de homogéneos e indistinguibles sevillanos camino de la Plaza de Toros. Concierto de José Manuel Soto para celebrar sus 25 años de carrera. Se lo cuento a Eu, me dice: "¿25 años de carrera? Mí no entender. ¿Qué carrera? ¿De caballos? Qué bueno, pon ahí a la gente que nos sigue el corte de audio en el que Lopera se dirigía a Soto por la radio, en el Larguero". A tu órdenes, son sólo 10 segundos, aquí lo tenéis:


sábado, 18 de junio de 2011

Axioma I

Es ampliamente conocida la limpieza de los gatos y, en particular, a la hora de 'hacer sus cositas', como dicen los cursis. Tanto es así que vienen educados de serie, ni siquiera cuando cachorros necesitan instrucciones de los torpes de los humanos en cuanto a dónde hacer esas cositas, ni paseos lastimosos a horas intempestivas. Déseles un cajón con arena y asunto resuelto.

Al hilo de esto, a veces Eugenio salta con un axioma en base a lo cotidiano. No obstante, suelen estar caracterizados por ser políticamente incorrectos y no se atreve a compartirlos en este su blog. Hoy sí publica uno de ellos, de los suaves. Para gatas y gatos homo sapiens, es decir, mujeres (gatas) y hombres (gatos).

Las gatas presentan hábitos solitarios en las micciones diurnas, pero paradójicamente en su juventud las nocturnas son ejecutadas en femenina manada, normalmente por parejas -se trata de un fenómeno profusamente estudiado por los sociólogos-. Tras el presente post las gatas sabrán más de los correspondientes hábitos de los machos gatunos. Los gatos, por su parte, deberán identificarse en uno de los 3 grupos que se presentan más abajo. Y reflexionar.

Cuando el gato macho encarnado en ser humano siente la llamada de la naturaleza y va a los servicios encuentra la posibilidad de liberar en urinario o w.c. Según su comportamiento, el felino homo sapiens se encuadra en uno de estos 3 grupos:

1.- El que va directo al urinario y procede. Según Eugenio, este es el hombre normal y corriente. Como debe ser. Por supuesto, totalmente prohibida cualquier tipo de miradita al sujeto que haya al lado. Que quede claro este punto.

2.- El que entra a uno de los w.c y micciona, pero con la puerta abierta. Mmmmm, este no le gusta mucho a Eugenio. Sospechoso, pero bueno, aplica la presunción de inocencia, hasta que se demuestre lo contrario.

3.- El que entra a uno de los w.c., cierra la puerta y micciona (sin aguas mayores). El axioma de Eugenio concluye que no te fíes de él. ¿Por qué hace eso? ¿Qué tiene el tío que esconder? No te fíes nunca de un humano así. Malo.

Axioma de Eugenio sobre el conocimiento del ser humano varón de acuerdo a su comportamiento en un cuarto de baño público.

Seguro que en la Universidad, de Sevilla por ejemplo, hay quien se ha pasado años preparando una tesis doctoral con un título tan rimbombante con este y con un contenido más chorra y, por supuesto, menos transcendental para la humanidad.

Eugenius Cum Laude.

martes, 14 de junio de 2011

Loperismo Gaudiano

Hasta el pasado domingo no había tenido ocasión de visitar esa joya que es el Parque Guell de Gaudí, en Barcelona:





Como no podía ser de otra manera, el lugar estaba completamente abarrotado de turistas.

Eugenio hoy pide a sus lectores un ejercicio visual. Ruega que por favor disfruten del siguiente vídeo y aprecien la indescriptible ornamentación del domicilio de Manuel Ruiz de Lopera (fíjense especialmente en las paredes de todas las estancias):


Tras esto, a Eugenio le invaden existenciales cuestiones: ¿podríamos denominar esa indescriptible ornamentación como "Loperismo Gaudiano"? De ser así, ¿ha superado el alumno al maestro? Y es más, ¿en unos lustros el domicilio natal de Manuel Ruiz de Lopera estará tan abarrotado de turistas como el Parque Guell, en cuyo caso se dirá que la calle Jabugo está acolapsada de criaturitas ansiosas por contemplar el máximo exponente del Loperismo Gaudiano?

lunes, 6 de junio de 2011

El Listo de la Cola

Sé, Eugenio, que me encargaste la preparación de un determinado post hace más de dos semanas. Quieres que combine ideas surgidas de la serie americana Fringe, los libros El Gran Diseño (Stephen Hawking y Leonard Mlodinow) y Los Días de Gloria (Mario Conde), el paraíso según Carlos Lucatoni y las afiladas teorías de Carioca Aguilera. Muy complejo. No termino de redondearlo. El fin de semana pasado acabé con un enorme dolor de cabeza tras varias horas delante del ordenador intentando plasmar tus rocambolescas a la par que simplificadas reflexiones. Lo seguiré intentando, no descarto incluso servirlo en dos entregas para una mejor digestión. Queda pendiente.

Mientras tanto, vamos con este Listo de la Clase. El pasado sábado Dermaeugenia CM y yo disfrutamos de una agradable mañana cultural en compañía de Pepeba y Shoptimista, con Miguel de Mañara como columna vertebral. A mediodía se unieron Morito Cristiano y Reparadora del Can (bienvenidos a vuestra primera referencia en Eugenio-y-yo). Después de un sabroso almuerzo en la Vinería San Telmo, lugar altamente recomendable, la sobremesa en nuestro patio supuso su improvisada inauguración social.

Cuatro Ingenieros de Telecomunicaciones, una Licenciada en Derecho y una Médico. De manera inevitable en los tiempos que corren la conversación se centró en la crisis, con foco específico su vertiente local. Me quedo con la anécdota compartida por uno de los presentes. Contaba que un amigo suyo había estado trabajando en Suecia, en una de esas enormes compañías de telecomunicaciones. El primer día de trabajo fue en el coche de un compañero sueco y llegaron a la oficina un rato antes de la hora habitual de entrada. Con todo el aparcamiento vacío, el sueco aparcó en una plaza muy alejada de la entrada a la oficina. “¿por qué no aparcas al lado de la puerta si está todo libre?” preguntó el españolito, “los sitios cercanos a la puerta los dejamos para los que llegan tarde”, respondió el sueco. Estremecedor todo lo que encierra este mínimo diálogo. Piénsalo un poco. Qué tremenda diferencia cultural nos separa de ellos. Aquí, por contra, gastamos el Listo de la Cola.

En mis oficinas trabajan unos 2500 empleados con un horario de entrada de 8 a 8.30. Hay una gran rotonda de acceso donde, como bien supondrás Eugenio, se forma lo que comúnmente llamamos “enorme pitote”, o “gran atasco” en su versión refinada. La mayoría de los trabajadores esperan pacientes su turno para acceder a la rotonda y enfilar las oficinas. Ahí que aparece el Listo de la Cola. El que se cree más inteligente que nadie. El que toma por tontos a todos los de la cola, que son sus compañeros, por cierto. El de la falta de respeto. El maleducado. Que llega y se cuela porque él (o ella, Bibi) lo vale. Y que le den porculo a tol mundo (no hay versión refinada para esto). Y no es uno, claro. Igualito que en Suecia, ¿dónde aparcaría el Listo de la Cola si fuera el primero en llegar? ¿Al lado de la puerta? No Eugenio, no. Aparca al lado de la puerta, pero encima de la acera. Porque él es Listo de la Cola.

El Listo de la Cola como persona genérica, ya fuera del ámbito de la rotonda de acceso a mi oficina, es el admirado en España, sobre todo en Andalucía. Aquí el más admirado es el que sin dar un palo al agua, más dinero tiene. Para que no me entiendan esos Listos de la Cola, me refiero a que cuanto mayor es el ratio Ingresos/Esfuerzo mayor es la admiración hacia el sujeto en cuestión por parte de su paupérrimo entorno. Arriba la vagancia. El Listo de la Cola es el promotor irresponsable de la construcción, el constructor pirata, el que ahora tiene 30 años que mientras sus amigos luchaban por el logro de una Titulación Superior tiró por la vía rápida de ganar 2000 Euros desempeñando un trabajo de escasa cualificación en una obra y se creía el…Listo de la Cola, el socio y el RRPP del bar de copas sin plan de negocio, el del carné del sempiterno partido de la Comundad, el de la paguita, el pseudofuncionario flojo de empresa participada por la Administración Púbica (perdón, Pública), los borregos que masificaron la Universidad sin interés real por sus estudios en lugar de dignificar a base de sudor tantas necesarias profesiones que no requieren estudios universitarios. ¿Cuántos ejemplos más necesitas Eugenio? Los Listos de la Cola –no todos, sí muchos de ellos- son los que se la han pegado. Al resto nos ha salpicado su viscosa pringue, con contagios de diversa consideración. La rémora de este país. Así nos va porque así quiso la masa que nos fuera. A ver cómo lo hacemos para cumplir aquello de “Andaluces levantaos…”