domingo, 4 de abril de 2010

Cierra paréntesis

De vuelta a mi domicilio habitual, Eugenio me pregunta dónde me he metido toda la semana. Se ha enfadado cuando le he contestado. El año pasado se vino al centro en Semana Santa y disfrutó del ambiente y las cofradías desde el balcón. Este año se ha quedado atrás, aislado del bullicio, encima no hemos tenido ni el detalle de dejarle la tele puesta para que siguiera las retransmisiones.

No quiere que le cuente qué he visto ni dónde, ni qué es lo que más y menos me ha gustado; para eso están otros foros. Quiere saber de sensaciones, de qué tiene de especial este tinglado. No sabía por dónde empezar. Le he explicado que la Semana Santa me crea una envolvente en la que los estímulos externos no penetran. Se reciben, se procesan con lo justo y se despachan asépticamente. Esos estímulos externos son lo cotidiano, ya sea personal o de trabajo. Es una semana impermeable, un paréntesis en mitad del año.

Bien sabe Eugenio que el paréntesis lo que envuelve no son chicotás, bordados, marchas, ciriales, túnicas o palios. Lo que envuelve es un amplio y complejo misticismo. La deliciosa rutina exclusiva de la Semana, la compañía de los que están -que este año no han sido todos los que son- las conversaciones y comentarios jocosos con ellos, las nuevas historias que sólo ocurren en estos días, los paseos por una ciudad diferente, las meriendas y cenas que tienen un sabor distinto. Dentro del paréntesis juegan un papel crucial los encuentros íntimos en medio de la multitud, la belleza, la victoria sobre la pereza y el cansancio, la oscuridad iluminada, el sentirse un privilegiado, la sencillez convertida en el infinito, la verdad.

Todo sensaciones, Eugenio; qué complicado y qué fácil. Qué envidia le da. Qué lástima siente por los que el paréntesis lo tienen puesto al revés, protegiendo a lo cotidiando de esta Semana. El mensaje epílogo ha llegado este año desde Phoenix - Arizona: "Cristo ha resucitado. En verdad ha resucitado. Aleluya. Aleluya". Cierra paréntesis.

4 comentarios:

  1. Arizona, Eugenio!!!y el epílogo , sin tener al Resucitado y la Virgen de la Aurora presentes, es de la semana, porque se supone que ahora, empieza todo...

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  2. La Buena Nueva es el mensaje de esperanza que debe calar hondo en nuestros corazones, más allá de la distancia.

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